• Piel grasa.
• Una bacteria denominada Propionibacterium acnes que vive en los folículos de la piel y produce unas sustancias responsables de la inflamación.
• Cambio hormonal puede provocar que la piel se vuelva más grasa (estimulan el desarrollo de las glándulas sebáceas, o la queratinización de los folículos).
• Uso de ciertos cosméticos, algunos fármacos.
• El exceso de sudoración o los climas cálidos y húmedos.

El acné no supone en sí ningún problema para la salud, pero puede afectar negativamente a la autoestima de la persona que lo padece y en su relación con los demás. Además, el acné, cuando no es tratado adecuadamente, puede dejar marcas o cicatrices en la piel para toda la vida. Por ello, el acné debe tratarse de forma precoz, eficaz y personalizada. Actualmente existen soluciones altamente efectivas.

Existen diferentes tipos de acné, para los cuales una persona puede recibir el tratamiento. Los casos más leves son aquellos en los que no hay inflamación y el acné se presenta en forma de pequeños bultos de color rosa y rojo. En los casos de acné moderado, además de los anteriores bultos, también aparecen espinillas. Y, por último, el acné grave, en el que todas las alteraciones anteriores se combinan con diferentes lesiones nodulares y quistes

Los tratamiento tópicos son útiles en formas leves de acné o como mantenimiento para evitar su reaparición. Hay tres grupos fundamentales: los retinoides, los antibióticos tópicos y el peróxido de benzoilo, que antiguamente se utilizaban en monoterapia pero que actualmente los preescribimos de forma combinada.

Antibióticos por vía oral en tandas largas, o recurrir al tratamiento con isotretinoina oral. Siempre indicado y controlado por dermatólogo, ya que tiene sus contraindicaciones  y efectos adversos.

El tratamiento con isotretinoína es muy activo tanto el lesiones inflamatorias como no inflamatorias, sin embargo, no es activo en absoluto en marcas, por lo que debemos preescribirlo siempre antes de que estas se hayan empezado a desarrollar.

Los Peelings son un tratamiento complementario muy útil en cualquier momento de la evolución del acné. Podemos preescribirlos tanto cuando el acné está activo, como cuando ya ha dejado secuelas y ya no está activo

Consiste en la aplicación de unas sustancias químicas en la piel para exfoliar y hacer que se desprendan las células ‘muertas’ y dañadas. Esta descamación favorece la renovación cutánea, elimina imperfecciones y mejora y uniformiza el tono de la piel. El peeling puede ser superficial, medio o profundo, dependiendo del tipo, el color y la sensibilidad de la piel, de la actividad del paciente, el tipo de lesiones y los resultados deseados.

• Peeling superficiales :

Glicólico: está indicado para pieles grasas y tiene grandes beneficios: regula la producción de sebo, cierra los poros e hidrata la piel en profundidad. Se indica en acné no inflamatorio (en manchas, envejecimiento de la piel). 

Salicílico: el ácido salicílico penetra con facilidad en los poros de la piel y tiene un efecto antiséptico y antiinflamatorio  se utiliza en el peeling para el acné ya que combate las espinillas y los puntos negros. Además, es una técnica que ayuda a preparar la piel para otros tratamientos. Es efectivo en todos los tipos de acné, desde el comedoniano al quístico.Combinados con láser fraccionado, suponen una terapia muy efectiva para disminuir tanto las lesiones como las marcas y cicatrices de acné.

• Peeling Medio:

 con Ácido Tricloracético (TCA) está indicado en el tratamiento de cicatrices y marcas de acné más profundas. Requiere la aplicación previa de preparados de ácido retinoico.

• Peeling profundo:

El  peeling químico fenol tiene múltiples beneficios ya que logra un efecto tensor que ayuda a eliminar arrugas y signos de la edad como las líneas de expresión,  y también marcas de acné. También fomenta la formación del colágeno natural y disminuye los efectos del envejecimiento. 

Las fuentes de luz (láser) son especialmente útiles en aquellos pacientes que no deseen tratamiento oral. Se puede tratar tanto acné inflamatorio (activo) como lesiones cicatriciales. Disponemos de diferentes mecanismos, como la Luz Pulsada o la terapia biofotónica (Kleresca) para tratarlo.  El tratamiento con láser tendrá un mejor efecto en combinación con PRP ( plasma rico en plaquetas). 

Este tratamiento es tres veces más rápido que la terapia con antibióticos o medicinas tópicas.

En el caso de que el paciente ya tenga secuelas, y dependiendo del tipo, necesitará un tratamiento u otro.

Nos podemos encontrar secuelas en forma de lesiones pigmentadas, es decir, que ha dejado manchas, tanto rojas como oscuras, o que hayan cicatrices, ya sean atróficas o hipertróficas. En el contexto de las secuelas, el láser y los peelings,  son los mejores tratamientos.

 El Ácido Hialurónico está indicado en el tratamiento de las cicatrices de acné atróficas, deprimidas y en picahielos. Existen distintas densidades de ácido hialurónico, diseñadas para tratar formas diferentes de atrofia o de pérdida de volumen