Clínica Nuba

Cuperosis y angioma

Cuperosis y angiomas

La cuperosis es un estado de la piel que se caracteriza por un enrojecimiento persistente de la cara. La cuperosis se manifiesta con la presencia de telangiectasias, que son pequeñas venas varicosas, en pómulos y aletas de la nariz en forma de trazos de color púrpura o rojizos. Esta alteración estética de la piel se da principalmente entre mujeres, sobre todo en aquellas con piel sensible, clara (fototipos I y II), fina y con tendencia a enrojecerse con facilidad.

Las causas que pueden desencadenar la cuperosis pueden ser las emociones intensas, el alcohol, el café, el tabaco, los picantes, los transtornos digestivos, la exposición excesiva a la radiación solar o al uso continuado de corticoides tópicos

La cuperosis no es una enfermedad sino un problema estético, pero si quienes la sufren no se cuidan bien la piel, lo cierto es que, con el paso del tiempo (entre los 35 y los 40 años de edad), puede desembocar en una rosácea, una condición que reviste mayor gravedad. 

Los angiomas son malformaciones congénitas de tamaño variable que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.

  • Láser Nd:YAG
  • Láser Vascular. Normalmente se requieren de 1 a 3 sesiones, y con un intervalo de un mes entre ellas.
  • Terapia biofotónica Kleresca para el acné y la rosácea

No obstante, las mejores recomendaciones que se pueden dar para evitar el desarrollo de cuperosis, en especial si se tiene piel blanca y/o sensible, son proteger la piel del frío y del sol, evitar los cambios bruscos y repentinos de temperatura (como en los baños de vapor o en la sauna), moderar y minimizar el consumo de alcohol y alimentos picantes e irritantes, evitar la sal, el tabaco, descansar de 6 a 8 h diarias, evitar todas las emociones que puedan hacer que la presión arterial suba y emplear cosméticos especiales para pieles sensibles con rojeces.

Rosácea

La rosácea es una afección cutánea crónica que causa enrojecimiento en la piel y aparición de granos. La rosácea, al contrario de la cuperosis, sí es una enfermedad que presenta las telangiectasias de manera permanente en la piel, se manifiesta con manchas y pequeños granitos rojos que persisten durante días, además de generar pústulas, pápulas y granulomas, siguiendo un curso evolutivo crónico, en el que alternan períodos de empeoramiento y remisión.

Su causa es desconocida, aunque intervienen varios factores :la herencia familiar,  una ligera  alteración del sistema inmune, la excesiva exposición a la luz del sol y  un inesperado aumento del flujo sanguíneo.

Los síntomas :por un lado, la alteración de los vasos sanguíneos que circulan bajo la piel, que se tornan más visibles ante ciertos estímulos, y por otro lado la tendencia de la piel a la inflamación. Los pacientes con rosácea suelen presentar enrojecimiento de la cara, sobretodo mejillas, nariz, frente y mentón. Este enrojecimiento se torna más evidente en ambientes cálidos, con el ejercicio, o tras la toma de bebidas alcohólicas. Además, también suelen ser evidentes las llamadas telangiectasias, es decir, pequeñas dilataciones de vasos sanguíneos bajo la piel. Sobre este fondo de enrojecimiento, suelen aparecer pápulas y pústulas (pequeños granitos) algunos de ellos con pus.

En casos de rosácea intensa, con mucha afectación de la nariz, se puede desarrollar una forma llamada rinofima, produciendo una deformación de esta región.

  • En cuanto a los tratamientos médicos, consisten en la aplicación de cremas antibióticas para tratar los granos que aparecen, y/o aplicar cremas para reducir el enrojecimiento de la cara. También se dispone de antibióticos orales que pueden ser utilizados en tandas si es necesario, e isotretinoina a dosis bajas, utilizado habitualmente para tratamiento del acné.
  • El láser es el único tratamiento que permite eliminar de forma eficaz este enrojecimiento. Este tratamiento también elimina los capilares más superficiales y con ello combate las manchas de la piel.

De media, entre tres y cuatro sesiones para dejar la piel uniforme. Y los efectos del tratamiento láser son muy evidentes desde la primera sesión.

  • Finalmente, para el tratamiento del rinofima, son necesarias técnicas quirúrgicas o ablación con láser.

A pesar de tratamiento no se consigue la curación de la enfermedad, aunque lo que sí se consigue es atenuar los síntomas y mejorar notablemente el aspecto de la piel, teniendo en cuenta que puede reaparecer con el abandono del tratamiento.

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